Te
debía advertir sobre las miradas perdidas
Esas
lágrimas que se funden esperando labios desconocidos.
Por
ello esa mañana te amé de forma tan distinta.
Era
la última vez que se fundirían nuestros cuerpos,
Era tan
necesario advertirte,
Cómo
hacerlo mientras mis manos te recorrían dulcemente
Era
ese dolor tan agudo que penetra en el alma,
Era
la promesa no cumplida embriagada de tu aroma
Hubiera
sido tan sólo una advertencia.
Y
mis manos se desgarran por tu perdida
Evocando
esos suspiros que escapaban de nuestros
labios
Que
me dejan heridas profundas que me inundan por dentro.
Ahora
siento que te he perdido
Y
cabalga mi deseo errante hacia lugares desconocidos
Añorando
ese ,momento que te recorría palmo a palmo dulcemente.
Muy bonito!!!!!
ResponderEliminar